Paisajes impresionantes, playas de incomparable belleza, colinas cubiertas de viñedos y tesoros arqueológicos. El centro histórico es un triunfo de colores: plazoletas y fachadas de granito rosa y piedra blanca, vistas llenas de flores y espacios verdes salpicados de boutiques y artesanía. Alrededor de la ciudad se encuentran los característicos stazzi, asentamientos rurales reconvertidos en B&B y agroturismo.