Los golosos apreciarán sin duda los dulces de Gallura, elaborados con productos típicos de la zona. Son muy apreciados los suaves macarrones de Gallura, hechos con almendras, y los papassini (o pabassinas en la zona de Monte Acuto), deliciosas galletas en forma de rombo con nueces y pasas sultanas cubiertas de glaseado. El pan’e saba, antiguo dulce tradicional, toma su nombre del mosto de uva cocido y concentrado (llamado «saba») utilizado en su elaboración. Las formaggelle de Gallura son un pastel de Pascua relleno de requesón y pasas sultanas, aromatizado con piel de limón. Los acciuleddi, por su parte, son trenzas fritas típicas de Carnaval, servidas con miel y azúcar. Los cucciuleddi di meli son dulces navideños, en realidad preparados todo el año, hechos con miel: entre los más complicados de hacer, son típicos de la civilización stazzi. Las tiriccas son dulces crujientes rellenos de saba, que también se encuentran en la zona del Monte Acuto con una variante conocida como cuppulati. Quizá el dulce más emblemático de Cerdeña sea el torrone, que ha dado lugar a un verdadero arte en esta región: en concreto, la receta sarda se distingue por el uso de miel en lugar de azúcar. También merece la pena degustar los «baci d’angelo», dulces rellenos de almendras, azúcar y cáscara de limón o naranja, y «sa niuledda», un dulce navideño típico de la zona de Montino elaborado con cáscara de naranja, almendras, pimienta y miel. El pan, parte esencial de la dieta mediterránea y de la cultura de Gallura, adopta
diferentes formas en Gallura: desde el pan tricu ruju, el pan de trigo rojo utilizado para la sopa Gallura, hasta el pan festivo ricamente decorado, protagonista de los almuerzos familiares; desde el pan de trigo duro hasta la spianata, para degustar con quesos y embutidos locales, hasta la spianata su pane ladu, variante utilizada para la zuppa montina. El típico pane carasau, en los stazzi de Gallura, se preparaba semanalmente. Este pan tiene la particularidad de ser un pan blando y fresco. En Monte Acuto, de cultura trashumante, el pan carasau es un «pane biscottato», es decir, un pan que dura meses con la característica de que con la adición de agua vuelve a ser blando.