Una ciudad que se alza sobre un territorio dominado por características alturas graníticas que se alternan, en un incesante juego de colores y formas, con suaves colinas y verdes valles. A un interior tan variado y espectacular corresponde un litoral único, famoso en el horizonte mediterráneo por la belleza de sus playas y la naturaleza casi virgen que lo caracteriza. Entre los lugares más interesantes destaca el promontorio granítico de Monti Russu, uno de los sitios de interés comunitario por sus especificidades geológicas y naturalísticas. También recordamos las estaciones balnearias de Vignola y Rena Majore, famosas por sus aguas transparentes y la fina arena blanca de sus playas.