El alcornoque, emblema de Gallura, produce un recurso fundamental con
múltiples usos. Conocido ya en la época nurágica por sus propiedades aislantes, el corcho se utiliza principalmente para la producción de tapones, pero también para la fabricación de utensilios, objetos y recipientes típicos, así como bandejas para servir los productos locales. Centro de excelencia de la transformación del corcho y de la producción industrial de tapones, Calangianus alberga el Museo del Corcho, dedicado a las fases de extracción y transformación y a las herramientas de Gallura de uso cotidiano. El corcho, que se procesa respetando plenamente la naturaleza, está ahora también presente en los mercados artesanales que, además de objetos típicos, ofrecen alternativas originales como joyas tradicionales y accesorios de decoración hechos a mano, ideas perfectas para souvenirs alternativos.
Al ser un material ecosostenible, muy elástico, ignífugo e impermeable, algunos diseñadores sardos tuvieron la intuición de transformar el corcho en un tejido noble gracias al cual pudieron crear originales y valiosas creaciones de verdadera alta costura.
El trabajo del granito, otro recurso esencial en Gallura, es una de las formas artesanales más antiguas de la región. La abundancia de canteras se corresponde con la gran variedad de tipos de granito, que difieren según la zona: del granito rosa al granito gris perla, típico de las canteras de Buddusò. Esta última es un centro de excelencia para la transformación del granito, junto con Tempio Pausania, la «ciudad del granito», rica en obras maestras arquitectónicas realizadas con este material.