La rica y exuberante flora de Gallura es el resultado de una evolución constante que ha permitido la coexistencia de una gran variedad de especies vegetales, incluidas especies endémicas extremadamente raras. Esta característica se refleja también en los medios subacuáticos, donde la diversa flora garantiza una gran variedad de peces. En los ambientes terrestres, además de encinas y diversos alcornoques (como el alcornoque), están bien representados los arbustos, que contribuyen a la formación del maquis mediterráneo: brezo, jara, lentisco, acebo, enebro y mirto (a partir de los cuales se elaboran también algunos licores y amargos típicos de Gallura y Cerdeña en general).