Situado cerca de Porto Cervo, el faro de Capo Ferro se construyó en el siglo XIX y está activo desde 1858. Considerado uno de los faros más fascinantes de Cerdeña, consta de una torre cilíndrica blanca situada a unos 50 metros de altura. A diferencia del Faro Viejo y del Faro Rojo, situados en la misma zona, el Faro de Capo Ferro no se puede visitar, pero representa una oportunidad imperdible para admirar un tramo único de la Costa Esmeralda, caracterizado por altos acantilados de color oscuro.