Entre las torres más grandiosas construidas en Cerdeña durante la época española, la torre de Longonsardo desempeñó un papel importante en la defensa contra las incursiones piratas y el control del tráfico. Este edificio de granito, de 11 metros de altura, tiene una base troncocónica que adopta una forma cilíndrica en la parte superior. El acceso se encuentra a 6 metros sobre el nivel del suelo y lleva a un compartimento a prueba de bombas. La torre de Longonsardo se alza sobre un promontorio que domina le Bocche di Bonifacio, que permiten vistas espectaculares hasta Córcega.